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New York
Naciones Unidas

Discurso especial sobre la acci¨®n clim¨¢tica: "La hora de la verdad"


Declaraciones | Ant¨®nio Guterres, Secretario General


Presidente Decatur,

Enviado Especial Bloomberg,

Queridos amigos y amigas:

Hoy es el D¨ªa Mundial del Medio Ambiente.

Hoy tambi¨¦n el Servicio de Cambio Clim¨¢tico de Copernicus de la Comisi¨®n Europea comunica oficialmente que mayo de 2024 fue el mayo m¨¢s caluroso de la historia desde que se llevan registros.

Con esto ya van doce meses seguidos de calor r¨¦cord.

El ¨²ltimo a?o, con cada p¨¢gina del calendario ha subido el term¨®metro.

El planeta est¨¢ tratando de decirnos algo. Pero parece que no lo escuchamos.

Queridos amigos y amigas:

El Museo Estadounidense de Historia Natural es el lugar ideal para ilustrar esta cuesti¨®n.

Este gran museo cuenta la incre¨ªble historia del mundo natural, de las enormes fuerzas que han moldeado la vida en la Tierra durante miles de millones de a?os.

La humanidad es casi insignificante en comparaci¨®n.

Sin embargo, as¨ª como el meteorito que extingui¨® a los dinosaurios, nosotros tambi¨¦n estamos teniendo un impacto desmesurado.

En el caso del clima, no somos los dinosaurios.

Somos el meteorito.

No solo estamos en peligro.

Somos el peligro.

Pero tambi¨¦n somos la soluci¨®n.

Queridos amigos y amigas:

Es la hora de la verdad.

La verdad es que... casi diez a?os despu¨¦s de que se aprob¨® el Acuerdo de Par¨ªs, la meta de limitar el calentamiento global a largo plazo a 1,5 ¡ãC pende de un hilo.

La verdad es que... el mundo est¨¢ emitiendo gases tan r¨¢pido que, para 2030, es casi seguro que el aumento de la temperatura sea mucho mayor.

Seg¨²n los nuevos datos que publicaron hoy los principales cient¨ªficos del clima, para limitar el calentamiento a largo plazo a 1,5¡ã queda un presupuesto de carbono de unos 200.000 millones de toneladas.

Esa es la cantidad m¨¢xima de di¨®xido de carbono que puede soportar la atm¨®sfera terrestre para que tengamos chance de mantenernos dentro del l¨ªmite.

La verdad es que... estamos quemando ese presupuesto a una velocidad temeraria: emitimos unos 40.000 millones de toneladas de di¨®xido de carbono por a?o.

Hagamos las cuentas.

A este paso, nos habremos liquidado todo el presupuesto de carbono antes de 2030.

La verdad es que... las emisiones globales tienen que caer el 9 % todos los a?os de aqu¨ª a 2030 para que el l¨ªmite de 1,5¡ã siga siendo viable.

Sin embargo, van en el sentido contrario.

El a?o pasado subieron el 1 %.

La verdad es que... es inminente que rondemos la marca de los 1,5¡ã.

Hoy la Organizaci¨®n Meteorol¨®gica Mundial dice que hay un 80 % de probabilidades de que la temperatura media anual global supere el l¨ªmite de 1,5¡ã en por lo menos uno de los pr¨®ximos cinco a?os.

En 2015, esa probabilidad era casi nula.

Y hay un 50 % de probabilidades de que la temperatura media de los pr¨®ximos cinco a?os en conjunto sea 1,5¡ã m¨¢s alta que en la ¨¦poca preindustrial.

Estamos jugando a la ruleta rusa con el planeta.

Tenemos que salir de esta autopista que nos lleva al infierno clim¨¢tico.

Y la verdad es que... somos nosotros los que vamos al volante.

Hay una peque?a posibilidad de que el l¨ªmite de 1,5¡ã todav¨ªa sea viable.

No nos olvidemos de que se trata de un l¨ªmite a largo plazo: se mide en d¨¦cadas, no en meses ni en a?os.

Que nos pasemos del umbral por un tiempito no quiere decir que nunca llegaremos a la meta a largo plazo.

S¨ª quiere decir que tenemos que luchar con m¨¢s garra.

Ya mismo.

La verdad es que... la batalla por los 1,5¡ã se definir¨¢ en esta d¨¦cada, ante los ojos de los l¨ªderes de hoy.

Todo depende de las decisiones que esos l¨ªderes tomen o dejen de tomar, especialmente en los pr¨®ximos 18 meses.

Es un momento decisivo en lo que al clima se refiere.

La necesidad de actuar no tiene precedentes, pero tampoco los tiene la oportunidad de hacerlo, no solo en cuanto al clima, sino tambi¨¦n en cuanto a la prosperidad econ¨®mica y el desarrollo sostenible.

La acci¨®n clim¨¢tica no puede estar supeditada a las divisiones geopol¨ªticas.

As¨ª que, ahora que el mundo est¨¢ por reunirse en Bonn para mantener conversaciones sobre el clima y se prepara para las Cumbres del G7 y el G20, la Asamblea General de las Naciones Unidas y la COP 29, se necesita m¨¢xima ambici¨®n, m¨¢xima aceleraci¨®n y m¨¢xima cooperaci¨®n.

Queridos amigos y amigas:

?Por qu¨¦ tanto alboroto por los 1,5¡ã?

Porque el planeta es una masa de sistemas complejos y conectados. Y cada fracci¨®n de grado de sobrecalentamiento global cuenta.

La diferencia entre 1,5¡ã y 2¡ã podr¨ªa determinar la extinci¨®n o la supervivencia de algunas comunidades costeras y de peque?os Estados insulares,

la posibilidad de reducir al m¨ªnimo el caos clim¨¢tico o el riesgo de cruzar peligrosos puntos de inflexi¨®n.

Los 1,5¡ã no son una meta. Tampoco son un objetivo. Son un l¨ªmite f¨ªsico.

Los cient¨ªficos nos han alertado de que, si aumentan m¨¢s las temperaturas, es probable que:

se derritan el manto de hielo de Groenlandia y el manto de hielo ant¨¢rtico occidental, lo que provocar¨ªa una elevaci¨®n catastr¨®fica del nivel del mar;

se destruyan los sistemas de arrecifes de coral tropicales y los medios de subsistencia de 300 millones de personas;

desaparezca la corriente oce¨¢nica del Labrador, lo que alterar¨ªa a¨²n m¨¢s las caracter¨ªsticas meteorol¨®gicas de Europa;

y haya un deshielo generalizado del permafrost, lo que liberar¨ªa niveles devastadores de metano, uno de los gases con m¨¢s capacidad de retener el calor.

Ya hoy en d¨ªa estamos llevando los l¨ªmites planetarios al extremo: batiendo r¨¦cords de temperatura global y viendo las consecuencias.

Y es una distorsi¨®n de la justicia clim¨¢tica que los m¨¢s afectados sean los que menos responsabilidad tienen de la crisis: la gente m¨¢s pobre; los pa¨ªses m¨¢s vulnerables; los Pueblos Ind¨ªgenas; las mujeres y las ni?as.

El 1 % m¨¢s rico emite lo mismo que dos tercios de la humanidad.

Y los fen¨®menos extremos se van acumulando, potenciados por el caos clim¨¢tico:

destruyen vidas, apalean econom¨ªas y golpean la salud;

echan por tierra el desarrollo sostenible; obligan a la gente a dejar su hogar; y hacen temblar los cimientos de la paz y la seguridad, cuando hay desplazamientos de gente y se agotan los recursos vitales.

Ya en lo que va del a?o hubo una ola brutal de calor en Asia que bati¨® r¨¦cords de temperatura y malogr¨® cosechas, hizo que cerraran las escuelas y provoc¨® muertes.

Hay ciudades que se est¨¢n abrasando, de Nueva Delhi a la Ciudad de M¨¦xico, pasando por Bamako.

Aqu¨ª en los Estados Unidos ha habido tormentas feroces que destruyeron comunidades y vidas.

A lo ancho de ?frica meridional se han declarado sequ¨ªas desastrosas,

mientras las lluvias torrenciales inundan la pen¨ªnsula ar¨¢biga, ?frica Oriental y el Brasil;

y en todo el mundo se ha registrado una decoloraci¨®n masiva de los corales a causa de la temperatura oce¨¢nica sin precedentes, que supera los peores pron¨®sticos de los cient¨ªficos.

El costo de todo este caos est¨¢ golpeando a la gente donde m¨¢s duele:

de la interrupci¨®n de las cadenas de suministro al aumento del precio de los alimentos, la creciente inseguridad alimentaria y la imposibilidad de asegurar hogares y negocios.

La factura seguir¨¢ abult¨¢ndose. Incluso si las emisiones llegaran a cero ma?ana mismo, en un estudio reciente se constat¨® que el caos clim¨¢tico igualmente costar¨¢ al menos 38 billones de d¨®lares al a?o para 2050.

El cambio clim¨¢tico es la madre de todos los impuestos ocultos que pagan la gente com¨²n y los pa¨ªses y las comunidades vulnerables.

Mientras tanto, los Padrinos del caos clim¨¢tico ¡ªla industria de los combustibles f¨®siles¡ª se llevan ganancias r¨¦cord y se dan un banquete con los billones que reciben en subsidios financiados por los contribuyentes.

Queridos amigos y amigas:

Tenemos lo que necesitamos para salvarnos.

Los bosques, los humedales y los oc¨¦anos absorben carbono de la atm¨®sfera. Son imprescindibles para que los 1,5¡ã sigan siendo viables o para ayudarnos a corregir el rumbo si sobrepasamos ese l¨ªmite. Debemos protegerlos.

Y tenemos las tecnolog¨ªas que necesitamos para reducir radicalmente las emisiones.

Las energ¨ªas renovables est¨¢n en pleno auge porque los costos van cayendo y los Gobiernos se est¨¢n dando cuenta de los beneficios que acarrean el aire m¨¢s limpio, los empleos de buena calidad, la seguridad energ¨¦tica y el mayor acceso a la electricidad.

La energ¨ªa e¨®lica y la solar en tierra son la fuente m¨¢s barata de electricidad nueva en la mayor parte del mundo, desde hace a?os.

Las energ¨ªas renovables ya conforman el 30 % del suministro de electricidad del mundo entero.

Y las inversiones en energ¨ªa limpia fueron r¨¦cord el a?o pasado: casi se duplicaron en los ¨²ltimos diez a?os.

La energ¨ªa e¨®lica y la solar est¨¢n creciendo m¨¢s r¨¢pido que cualquier otra fuente de electricidad en la historia.

La l¨®gica econ¨®mica dicta el final de la era de los combustibles f¨®siles.

Las ¨²nicas preguntas que cabe hacerse son dos: ?llegar¨¢ a tiempo ese final? Y ?ser¨¢ justa la transici¨®n?

Queridos amigos y amigas:

Debemos asegurarnos de que la respuesta a ambas preguntas sea afirmativa.

Y debemos garantizar el futuro m¨¢s seguro posible para la gente y el planeta.

Eso implica actuar con urgencia, sobre todo en los pr¨®ximos 18 meses:

reducir radicalmente las emisiones;

proteger a la gente y a la naturaleza de los fen¨®menos clim¨¢ticos extremos;

potenciar la financiaci¨®n clim¨¢tica;

y poner freno a la industria de los combustibles f¨®siles.

Voy a referirme a cada elemento por separado, uno por uno.

En primer lugar, los recortes dr¨¢sticos de las emisiones, con los grandes emisores a la cabeza.

Los pa¨ªses del G20 producen el 80 % de las emisiones globales: ellos tienen la responsabilidad, adem¨¢s de la capacidad, de tomar la delantera.

Las econom¨ªas avanzadas del G20 deber¨ªan ser las que m¨¢s hagan con m¨¢s rapidez,

y mostrar solidaridad clim¨¢tica dando apoyo tecnol¨®gico y financiero a las econom¨ªas emergentes del G20 y a otros pa¨ªses en desarrollo.

El a?o que viene, los Gobiernos tienen que presentar lo que llamamos ¡°contribuciones determinadas a nivel nacional¡±, es decir, planes nacionales de acci¨®n clim¨¢tica, que determinar¨¢n las emisiones para los a?os siguientes.

En la COP 28, acordaron ajustar esos planes nacionales al l¨ªmite de 1,5¡ã.

Los planes deben incluir metas absolutas de reducci¨®n de las emisiones para 2030 y 2035.

Deben abarcar todos los sectores, todos los gases de efecto invernadero y toda la econom¨ªa.

Y deben mostrar c¨®mo contribuir¨¢n los pa¨ªses a las transiciones globales esenciales para los 1,5¡ã de manera que nos encamine hacia los siguientes objetivos:

el cero neto global para 2050; la eliminaci¨®n gradual de los combustibles f¨®siles; y el cumplimiento de hitos globales en el proceso, a?o tras a?o y d¨¦cada tras d¨¦cada.

Entre ellos cuenta, para 2030, contribuir a recortar la producci¨®n y el consumo globales de todos los combustibles f¨®siles por lo menos el 30 % y cumplir los compromisos asumidos en la COP 28 de acabar con la deforestaci¨®n, duplicar la eficiencia energ¨¦tica y triplicar las energ¨ªas renovables.

Todos los pa¨ªses deben cumplir y desempe?ar el papel que les corresponde.

Eso implica que los l¨ªderes del G20 trabajen solidariamente para acelerar la transici¨®n energ¨¦tica global justa y acorde con el l¨ªmite de 1,5¡ã:

necesitamos cooperaci¨®n, no culpabilizaci¨®n.

Implica que los pa¨ªses del G20 ajusten al futuro de los 1,5¡ã sus planes de acci¨®n clim¨¢tica, sus estrategias energ¨¦ticas y sus planes de producci¨®n y consumo de combustibles f¨®siles.

Implica que el G20 se comprometa a reasignar los subsidios de los combustibles f¨®siles a las energ¨ªas renovables, el almacenamiento y la modernizaci¨®n de la red, as¨ª como al apoyo a las comunidades vulnerables.

Implica que el G7 y otros pa¨ªses de la OCDE se comprometan a dejar el carb¨®n para 2030 y a crear sistemas energ¨¦ticos sin combustibles f¨®siles y reducir la oferta y la demanda de petr¨®leo y gas un 60 % para 2035.

Implica que todos los pa¨ªses detengan los nuevos proyectos de carb¨®n ¡ªya mismo¡ª, sobre todo en Asia, donde se concentra el 95 % de la nueva capacidad prevista de producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica a partir del carb¨®n.

Implica que los pa¨ªses que no pertenecen a la OCDE creen planes de acci¨®n clim¨¢tica que los lleven a dejar de usar carb¨®n en la producci¨®n de energ¨ªa el¨¦ctrica para 2040.

E implica que los pa¨ªses en desarrollo creen planes nacionales de acci¨®n clim¨¢tica que sirvan tambi¨¦n de planes de inversi¨®n, impulsen el desarrollo sostenible y satisfagan la creciente demanda energ¨¦tica con energ¨ªas renovables.

En las Naciones Unidas estamos movilizando todo nuestro sistema para ayudar en ese sentido a los pa¨ªses en desarrollo a trav¨¦s de nuestra iniciativa Climate Promise (o ¡°promesa clim¨¢tica¡±).

Todas las ciudades, regiones, industrias, instituciones financieras y empresas tambi¨¦n deben ser parte de la soluci¨®n.

Deben presentar planes de transici¨®n s¨®lidos a m¨¢s tardar para la COP 30, que tendr¨¢ lugar el a?o que viene en el Brasil:

planes que se ajusten a los 1,5¡ã y las recomendaciones del Grupo de Expertos de Alto Nivel de la ONU sobre los Compromisos de Cero Emisiones Netas;

que abarquen las emisiones en toda la cadena de valor;

que incluyan metas intermedias y procesos de verificaci¨®n transparentes;

y que eviten las dudosas compensaciones de las emisiones de carbono que erosionan la confianza p¨²blica y, al mismo tiempo, hacen poco o nada por el clima.

No se puede enga?ar a la naturaleza. Las falsas soluciones son contraproducentes.

Tambi¨¦n animo a la comunidad cient¨ªfica y de la ingenier¨ªa a centrarse cuanto antes en la eliminaci¨®n y el almacenamiento del di¨®xido de carbono para gestionar de manera segura y sostenible las emisiones finales de las industrias pesadas m¨¢s dif¨ªciles de limpiar.

E insto a los Gobiernos a que den su apoyo para eso.

Que quede claro: estas tecnolog¨ªas no son m¨¢gicas; no pueden sustituir la reducci¨®n dr¨¢stica de las emisiones ni ser una excusa para postergar la eliminaci¨®n gradual de los combustibles f¨®siles.

Pero tenemos que actuar en todos los frentes.

Queridos amigos y amigas:

Como segundo ¨¢mbito de acci¨®n, hay que incrementar la protecci¨®n frente al caos clim¨¢tico de hoy y de ma?ana.

Es una verg¨¹enza que se deje desamparados a los m¨¢s vulnerables, luchando desesperadamente por afrontar una crisis clim¨¢tica con cuya causa no han tenido nada que ver.

No podemos aceptar un futuro en el que los ricos est¨¢n protegidos en una burbuja de aire acondicionado mientras el resto de la humanidad se ve azotada por un clima letal en tierras inhabitables.

Debemos salvaguardar a la gente y a las econom¨ªas.

Para 2027, todos los habitantes del planeta deben estar protegidos por un sistema de alerta temprana. Insto a todos los asociados a que den m¨¢s apoyo al plan de acci¨®n de las Naciones Unidas Alerta Temprana para Todos.

En abril, el G7 puso en marcha la iniciativa Adaptation Accelerator Hub con el fin de acelerar la adaptaci¨®n.

Para cuando se celebre la COP 29, esta iniciativa tiene que haberse traducido en acciones concretas, para ayudar a los pa¨ªses en desarrollo a crear planes de inversi¨®n en la adaptaci¨®n y ponerlos en pr¨¢ctica.

E insto a todos los pa¨ªses a exponer claramente en sus nuevos planes clim¨¢ticos nacionales qu¨¦ necesidades tienen con respecto a la adaptaci¨®n y las inversiones.

Ahora bien, el cambio sobre el terreno depende del dinero que haya sobre la mesa.

Por cada d¨®lar que hace falta para adaptarse a los fen¨®menos meteorol¨®gicos extremos, apenas se dispone de unos cinco centavos.

Como primer paso, todos los pa¨ªses desarrollados deben cumplir su compromiso de duplicar la financiaci¨®n de la adaptaci¨®n hasta por lo menos 40.000 millones de d¨®lares anuales para 2025.

Y deben establecer un plan claro para colmar el d¨¦ficit de financiaci¨®n de la adaptaci¨®n antes de la COP 29, que tendr¨¢ lugar en noviembre.

Pero tambi¨¦n necesitamos una reforma m¨¢s fundamental.

Esto me lleva a la tercera cuesti¨®n: la financiaci¨®n.

Queridos amigos y amigas:

Si el dinero mueve el mundo, los desiguales flujos financieros de hoy nos est¨¢n llevando sin m¨¢s vueltas al desastre.

El sistema financiero mundial debe formar parte de la soluci¨®n clim¨¢tica.

Los abultad¨ªsimos reembolsos de la deuda est¨¢n haciendo flaquear los fondos destinados a la acci¨®n clim¨¢tica.

Debido a los costos exorbitantes del capital, las energ¨ªas renovables pr¨¢cticamente quedan fuera del alcance de la mayor¨ªa de las econom¨ªas en desarrollo y emergentes.

Sorprendentemente ¡ªy a pesar del auge que han tenido las energ¨ªas renovables en los ¨²ltimos a?os¡ª, las inversiones en energ¨ªas limpias en las econom¨ªas en desarrollo y emergentes fuera de China est¨¢n estancadas en los mismos niveles desde 2015.

El a?o pasado, apenas el 15 % de las nuevas inversiones en energ¨ªas limpias fueron a mercados emergentes y econom¨ªas en desarrollo distintos de China, pa¨ªses que concentran casi dos tercios de la poblaci¨®n mundial.

Y tambi¨¦n el a?o pasado ?frica ten¨ªa menos del 1 % de las instalaciones de energ¨ªas renovables, a pesar de su riqueza en recursos naturales y su vasto potencial en este sector.

Seg¨²n la Agencia Internacional de la Energ¨ªa, las inversiones en energ¨ªas limpias en las econom¨ªas en desarrollo y emergentes fuera de China tienen que llegar a los 1,7 billones de d¨®lares anuales para principios de la d¨¦cada de 2030.

En pocas palabras, necesitamos que aumente enormemente la financiaci¨®n p¨²blica y privada asequible para estimular nuevos y ambiciosos planes clim¨¢ticos y suministrar energ¨ªa limpia y asequible a todos.

La Cumbre del Futuro que tendr¨¢ lugar en septiembre de este a?o es una buena oportunidad para exigir que se reforme la arquitectura financiera internacional y se haga algo con la deuda. Insto a los pa¨ªses a que la aprovechen.

E insto a las Cumbres del G7 y el G20 a que se comprometan a utilizar su influencia en el seno de los bancos multilaterales de desarrollo para que estos sean mejores, m¨¢s grandes y m¨¢s osados, y capaces de movilizar un volumen mucho mayor de financiaci¨®n privada a un costo razonable.

Los pa¨ªses deben hacer contribuciones significativas al nuevo Fondo de P¨¦rdidas y Da?os, y asegurarse de que est¨¦ abierto para la COP 29.

Y deben converger para que la COP de este a?o tenga un resultado rotundo en cuanto a la financiaci¨®n, que inspire confianza, catalice los billones necesarios y genere el ¨ªmpetu necesario para encarar la reforma de los bancos multilaterales de desarrollo.

Pero nada de esto bastar¨¢ si no hay fuentes de fondos nuevas e innovadoras.

Ya es hora de poner un precio efectivo al carbono y gravar las ganancias extraordinarias de las empresas de combustibles f¨®siles.

Para la COP 29, necesitamos que los pioneros dejen de estudiar meramente la posibilidad de cobrar un impuesto solidario a sectores como el transporte mar¨ªtimo, la aviaci¨®n y la extracci¨®n de combustibles f¨®siles y pasen a aplicarlo en efecto, para ayudar a financiar la acci¨®n clim¨¢tica.

Ese impuesto deber¨ªa ser adaptable, justo y f¨¢cil de cobrar y administrar.

Nada de esto es beneficencia.

Es inter¨¦s propio ilustrado.

La financiaci¨®n clim¨¢tica no es un favor. Es fundamental para que todos tengamos un futuro viable.

Queridos amigos y amigas:

En cuarto y ¨²ltimo lugar, debemos enfrentar directamente a quienes, en la industria de los combustibles f¨®siles, han mostrado durante d¨¦cadas un celo implacable por obstruir el progreso.

Se han gastado miles de millones de d¨®lares en tergiversar la verdad, enga?ar al p¨²blico y sembrar la duda.

Agradezco a acad¨¦micos y activistas, periodistas y denunciantes, que han puesto en evidencia esas t¨¢cticas, muchas veces corriendo un gran riesgo personal y profesional.

A los l¨ªderes de la industria de los combustibles f¨®siles les pido que entiendan que, si no optan por el carril r¨¢pido hacia la transformaci¨®n energ¨¦tica limpia, est¨¢n dirigi¨¦ndose a un callej¨®n sin salida, y arrastr¨¢ndonos a todos con ustedes.

El a?o pasado, la industria del petr¨®leo y el gas invirti¨® un m¨ªsero 2,5 % de su gasto de capital total en energ¨ªa limpia.

Redoblar la apuesta por los combustibles f¨®siles en el siglo XXI es como redoblar la apuesta por las herraduras y las ruedas de carro en el siglo XIX.

As¨ª que a los ejecutivos de la industria de los combustibles f¨®siles les digo lo siguiente: las enormes ganancias de su sector les dan la chance de liderar la transici¨®n energ¨¦tica. No la desaprovechen.

Las instituciones financieras tambi¨¦n son decisivas.

El dinero manda.

Tiene que dar expresi¨®n al cambio.

Insto a las instituciones financieras a que dejen de financiar la destrucci¨®n que causan los combustibles f¨®siles y empiecen a invertir en una revoluci¨®n global de las energ¨ªas renovables;

a que presenten planes p¨²blicos, cre¨ªbles y detallados para dejar de financiar combustibles f¨®siles y favorecer las energ¨ªas limpias, con metas claras para 2025 y 2030;

y a que informen a los accionistas y a los reguladores de los riesgos clim¨¢ticos de sus inversiones, tanto los f¨ªsicos como los derivados de la transici¨®n. En ¨²ltima instancia, eso deber¨ªa ser obligatorio.

Queridos amigos y amigas:

Muchos en la industria de los combustibles f¨®siles han hecho un descarado lavado de imagen verde, incluso al mismo tiempo que procuraban retrasar la acci¨®n clim¨¢tica, ejerciendo presi¨®n, recurriendo a amenazas legales y pagando campa?as publicitarias masivas.

Han contado con la ayuda y la complicidad de empresas de publicidad y relaciones p¨²blicas: los creativos de Mad Men al servicio de la locura misma.

Pido a estas empresas que dejen de actuar como facilitadoras de la destrucci¨®n planetaria.

Dejen de aceptar nuevos clientes de la industria de los combustibles f¨®siles, empezando hoy mismo, y piensen c¨®mo desvincularse de los que ya tienen.

Los combustibles f¨®siles no solo est¨¢n envenenando el planeta, sino que tambi¨¦n son t¨®xicos para su marca.

El sector publicitario est¨¢ lleno de mentes creativas que ya se est¨¢n movilizando para promover esta causa,

que est¨¢n prefiriendo las empresas que luchan por salvar el planeta, no por destruirlo.

Tambi¨¦n llamo a los pa¨ªses a que act¨²en.

Muchos Gobiernos restringen o proh¨ªben la publicidad de productos nocivos para la salud, como el tabaco.

Algunos est¨¢n haciendo lo mismo con los combustibles f¨®siles.

Insto a todos los pa¨ªses a que proh¨ªban la publicidad de las empresas de combustibles f¨®siles.

E insto a los medios de comunicaci¨®n y a las empresas tecnol¨®gicas a que dejen de aceptar publicidad de la industria de los combustibles f¨®siles.

Tambi¨¦n tenemos que hacer algo en lo que respecta a la demanda. Todos podemos aportar un granito de arena, adoptando tecnolog¨ªas limpias, reduciendo progresivamente los combustibles f¨®siles en nuestra propia vida y usando nuestro poder como ciudadanos para exigir un cambio sist¨¦mico.

En la lucha por un futuro viable, los pueblos de todo el mundo van muy por delante de los pol¨ªticos.

H¨¢ganse o¨ªr y que sus decisiones cuenten.

Queridos amigos y amigas:

S¨ª que tenemos opci¨®n.

Podemos enfilar hacia puntos de inflexi¨®n de progreso clim¨¢tico o desviarnos hacia puntos de inflexi¨®n de desastre clim¨¢tico.

Ning¨²n pa¨ªs puede resolver la crisis clim¨¢tica por s¨ª solo.

La coyuntura exige que todos pongamos manos a la obra.

Las Naciones Unidas est¨¢n haciendo precisamente eso: trabajando para fomentar la confianza, encontrar soluciones e inspirar la cooperaci¨®n que el mundo necesita con tanta urgencia.

Y a la juventud, a la sociedad civil, a las ciudades, regiones, empresas y otros actores que vienen liderando la lucha por un mundo m¨¢s seguro, m¨¢s limpio, a todos ellos les doy las gracias.

Est¨¢n del lado correcto de la historia.

Hablan en nombre de la mayor¨ªa.

Sigan as¨ª.

No pierdan el valor. No pierdan la esperanza.

Somos ¡°nosotros los pueblos¡± contra los contaminadores y los especuladores. Y juntos podemos vencer.

Pero es hora de que los l¨ªderes decidan de qu¨¦ lado est¨¢n.

Ma?ana ya es demasiado tarde.

Es ahora cuando hay que movilizarse, es ahora cuando hay que actuar, es ahora cuando hay que cumplir.

Es esta la hora de la verdad.

Muchas gracias.

***

Declaraciones sobre 5 de junio de 2024